Homer Dávila G
A tiempo estamos de aprovechar la coyuntura política y social venezolana provocada por el fallecimiento de su máximo líder, el comandante y presidente Hugo Rafael Chávez Frías; y analizar si es correcto proferir algunas afirmaciones sin fundamento contra un difunto y contra un sistema político. Es necesario remitirnos a los números, porque sólo estos nos permitirán poner en una balanza la imagen y el trabajo realizado por un hombre.
Según números del Instituto Nacional de Estadística de la República Bolivariana de Venezuela, para el año de 1997, la población venezolana en estado de pobreza era de 54.48%; es decir, cinco de cada diez personas que habitaban en Venezuela eran pobres. Como se verá, este dato no es tan digno de alabanza para un sistema democrático, como era aquel de 1997, cuando presidía el país el demócrata Rafael Antonio Caldera Rodríguez.
Como casi siempre los números carecen de algún factor que nos haga sensibilizarnos, se torna necesario comprender un poco más afondo lo que significa ser pobre en Venezuela.
Para la determinación de si una persona es pobre o no, se consideran 5 indicadores establecidos por la CEPAL, estos son:
1) Hogares con niños en edad escolar (7 a 12 años) que no asisten a la escuela.
2) Hogares que presentan más de tres personas por cuarto para dormir. Es decir, hacinamiento.
3) Hogares que habitan en ranchos, casas de vecindad, trailer o remolque, embarcaciones, carpas, cueva... etc.
4) Hogares que presentan inaccesibilidad al agua potable o a los servicios de eliminación de excretas.
5) Hogares con jefes o jefas cuya escolaridad es menor a tres grados de educación y donde, el número de personas por cada ocupado es mayor a tres. Se consideraron los ocupados de 15 años y más.
De esta forma se considera como Hogar Pobre No Extremo: aquel hogar que presenta al menos un indicador de necesidades básicas insatisfechas.
El Hogar Pobre Extremo: aquellos hogares que tengan dos o más necesidades básicas insatisfechas. Y los Hogares No Pobres, todos aquellos que no tienen ninguna necesidad básica insatisfecha.
De estas las dos categorías de pobres entre los años 1997 y 1998 los valores fueron:
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SITUACION DE POBREZA NECESIDADES BASICAS INSATISFECHAS (NBI)
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Categoría
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Año 1997
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Año 1998
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Pobres No extremos
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31,11
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30,06
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Pobres Extremos
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23,37
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20,34
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Total
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54,48%
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50.4%
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Fuente: Instituto Nacional de Estadística de la República Bolivariana de Venezuela. Dinámica Demográfica y Pobreza Censo 2011. 21 de Enero 2013
De las cifras anteriores es notorio que el sistema democrático, económico y político no era la cuna de la felicidad, como hoy día se ha pensado. Lo cierto es que antes de la llegada de Hugo Chávez, la pobreza en Venezuela era una estadística realmente pavorosa.
Que más de la mitad de la población de un país viva en pobreza deja de ser una simple estadística, para convertirse en un cáncer que aqueja a la sociedad, pues es claro, que si un país es rico en yacimientos petrolíferos, como lo es Venezuela y que a pesar de ello, la mayoría de su población viviese en la pobreza es la muestra más fehaciente de que ese sistema era un fracaso total.
Tuvieron que pasar los famosos 14 años del gobierno autoritario de Hugo Chávez para que esas estadísticas cambiaran rotundamente.
Para el año 2001, un 33% de la población venezolana vivía bajo el margen de pobreza (21,64% Pobres No extremos y 11,36% Pobres Extremos) y para el 2011 menos de un cuarto de la población era pobre (17, 60% Pobres No Extremos y 6,97% Pobres Extremos).
¿Reducir los índices de pobreza es algo por lo cual los gobiernos de América Latina y del mundo no deberían dedicarse a ello? Pues si los políticos y la clase económica no están en el poder para reducir la miseria ¿Entonces para qué están?
Algo similar ha sucedido con los desempleados venezolanos. Para el año 1999, 18 de cada 100 personas estaban desempleadas; mientras que para diciembre de 2012 la tasa de desempleo cerró en 6,4%, con una meta para el período 2013 a 2019 de llegar al 4%. Al otro lado del escenario está el país democrático de Costa Rica, donde el desempleo alcanzó en diciembre de 2012 un 7,8% e inclusive un poco más, a pesar de la gran inversión en educación y a la atracción de empresas extranjeras; sumándose a ello el célebre tratado comercial con EE.UU – CAFTA-.
Si la reducción de la pobreza y la tasa de desempleo en Venezuela no son buenos, ¿entonces qué son?.
No queriendo profundizar más en las estadísticas económicas y sociales venezolanas, porque esto es tarea de organismos como la CEPAL o Naciones Unidas, hay algo que no está concordando con la versión que ha circulado en los medios de comunicación no chavistas. La versión de que el Socialismo del Siglo XXI de Hugo Chávez es un proyecto fracasado al estilo cubano.
¿POPULISMO O RATERISMO?
El disidente cubano Carlos Alberto Montaner, aquel famoso prófugo cubano que ha pasado dos años enteros vaticinando la muerte de quien en vida fue el líder de la Revolución Bolivariana de Venezuela; ha insistido una y otra vez en que el principal problema del modelo chavista es que emplea el clientelismo y el populismo para ganarse a las masas, trayendo consigo –según Montaner- que los papeles se inviertan, pues lo “normal” en el mundo “desarrollado” es que el gobierno no actúe bajo esa política errónea, sirviéndole en bandeja de plata lo que el pueblo pide o necesita. Quizás es por eso que en 2012, más de 500 mil españoles emigraron a América Latina, buscando un empleo y un futuro que no pudieron encontrar en la Unión Europea con todo y sus grandes factorías, sistemas financieros y gurúes en materia económica. Quizás también es motivo por el cual la oleada de turistas estadounidenses y canadienses a Costa Rica haya ido disminuyendo, así como también la cantidad promedio de dinero que disponen para consumo en nuestros países.
Si lo anterior es cierto, entonces cabe preguntarnos ¿para quién gobiernan los políticos? Alrededor del mundo los pueblos que viven en democracias se atrincheran todos contra sus gobiernos, debido a que estos sólo gobiernan en favor de las élites económicas, intelectuales y políticas. Como ha demostrado la crisis financiera desatada en EE.UU. y Europa. Ahora nos toca ver el caso de un sistema político en el que un líder gobierna en favor de la sociedad entera, sacando de la pobreza a los que más necesitan, y aun así sobrevienen los que tildan de fracaso ese sistema de desarrollo.
Definámonos de una vez por todas. ¿Queremos modelos de desarrollo rateristas y políticos que gobiernen en favor de las élites? o ¿sistemas populistas que favorezcan a los más necesitados?
Ahora que ya tenemos este panorama de la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez ¿Cómo se puede argumentar que millones de venezolanos hayan ido a honrar el cadáver de Chávez, si el revolucionario fue tan malo como han afirmado diferentes medios de comunicación y políticos no allegados al chavismo?
Algo no está funcionando bien en nuestra forma de ver el mundo. Parece ser que la Revolución Bolivariana de Chávez es un ejemplo más, de que es posible hacer un mundo mejor con recetas diferentes.
Para problemas complejos, soluciones complejas...
LÍDER
Si Barak Obama fue merecedor de un Nobel de la Paz solo por recitar un discurso donde hizo promesas que no ha podido cumplir, como son sus gastos millonarios en patrocinio de guerras y la carrera armamentista que ha financiado a través de la OTAN; ¿por qué Hugo Chávez, si redujo la pobreza y ha favorecido la unión de las naciones suramericanas no puede ser un líder?
Si la Comunidad Económica Europea fue merecedora de un Nobel de la Paz por reunir a más de 20 estados para llevarlos a un fracaso financiero ¿por qué Hugo Chávez si reactivó la economía local y fomentó que las ganancias del petróleo de PDVSA no quedaran en manos de las transnacionales petroleras, no puede ser un líder?
VÍDEO
LUIS IGNACIO DA SILVA, EXPRESIDENTE DE BRASIL HABLA SOBRE HUGO CHÁVEZ FRÍAS
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